Hace unas semanas que pienso en hacer entrevistas por escrito y publicarlas por aquí. Esta semana, en un paso previo, he querido preguntarle a algunas de mis amigas sobre la amistad en la distancia.
Al acabar el instituto me mudé a Barcelona. Como yo, ellas también tomaron sus caminos y cada una acabó en una punta de España estudiando una cosa diferente. Desde entonces (ya han pasado 12 años) mantenemos una relación de amistad a distancia. A veces hemos estado más presentes en la vida de las otras y a veces menos, en muchas ocasiones nos hemos enterado de cosas importantes tarde y en otras, al levantar la mano una nos ha faltado tiempo al resto para estar. Pero siempre, siempre, siempre, hemos sabido que estábamos ahí.
En general, se podría decir que nuestra relación se caracteriza por lo presencial. El WhatsApp lo usamos lo justo y las llamadas no son lo nuestro. Pero cuando nos vemos en persona, la cosa luce así:
Así que esta semana, tiré de WhatsApp y les escribí por el grupo que tenemos preguntándoles lo siguiente:
¿Ha cambiado el concepto de amistad con nuestra amistad a distancia?
¿El tipo de comunicación y la cantidad de veces que nos comunicamos es adecuado para vosotras?
¿Creéis que una amistad se puede mantener así en la distancia a lo largo de los años?
Las respuestas llegaron rápido y me gustó que no contestaran a cada una de las preguntas en orden. Cada una hizo un pequeño escrito que respondía en global a las preguntas y que añadía algo de cada una de ellas.
Isa apuntaba que su forma de ver la amistad sí que había cambiado. De pequeña percibía la amistad más como un pasar tiempo juntas todo el rato, a todas horas y estar conectadas por Messenger/Tuenti, etc. Nos contábamos las cosas al momento.
En cambio ahora, decía: Si quieres ver a tu amiga/o tienes que hacer por ver a esa persona, esforzarte, porque es más difícil coincidir. Y creo que la amistad se convierte en un apoyo en la distancia, en nuestro caso como un "volver a casa, a nuestra infancia/adolescencia".
Ella apunta que lo que nos une es distinto a lo que une una amistad nueva siendo ya madura: Nos hemos visto crecer, cómo hemos ido cambiando la forma de ver las cosas, de actuar, pensar, todo. (Claro que una amistad nueva también puede ver una evolución, pero pienso que esa inocencia que teníamos, ya nadie la volverá a ver...). Es algo especial.
Por otro lado, Diana no ve un cambio si no una evolución. Cree que cuando somos más jóvenes la amistad es más superficial, pero no por ello menos verdadera. Si no que no tenemos la profundidad que vamos adquiriendo con el tiempo.
Alba por su lado, quiso diferenciar entre las amistades en la distancia y las amistades en la presencia (refiriéndose a estas como las que compartes tiempo en el día a día y cómo estas pueden caducar).
Según la situación en la que estés viviendo estás rodeado de un entorno en el que compartes momentos, ya sea ir al cine, de fiesta, pasar la tarde. Amistades que debido a las circunstancias pasas más tiempo juntos. En el momento en que cada persona va en direcciones diferentes, esa amistad solo perdura en los casos en los que hay un vínculo y vivencias que te aportan algo. Y el resto de amistades que creías en ese momento que era duraderas por x o por y, no vuelves a tener relación. Y en esas que crees de verdad, se vuelven relaciones a distancia.
Yo aquí apunto que para que sigan siendo en la distancia hace falta trabajo, intención, cariño y respeto.
Las 3 coinciden en una cosa (y yo también) que es esta idea de que nuestra amistad se siente como un volver a casa. Como un pilar. Como un faro que te indica cuál es la dirección para volver al hogar.
Sentir que, aunque cada una sea diferente y probablemente sean pocas cosas las que tengamos en común, sois familia. Como dice el dicho: “los amigos son la familia que uno elige”. Dice Diana.
Una cosa que creo que caracteriza a las amistades en la distancia, y que Isa apuntó, es el hecho de que da igual en qué situación nos encontremos, que vamos a encontrar una manera de estar juntas. Nos adaptamos al momento vital.
Porque como decía Alba “esas amistades te han demostrado que pese a no veros o no hablar a menudo, sientes su apoyo.”
A lo largo de todos estos años hemos vivido etapas diferentes y muchos cambios. Ahora, por ejemplo, cada una está en una etapa vital. Algunos buscarían excusas en esto y lo verían como algo negativo pero yo lo veo como algo positivo. Y si lo puedo ver así es porque sé que aunque a veces no entendamos al 100% en qué está la otra porque hemos ido creciendo por caminos muy diferentes, el respeto y el cariño que nos tenemos está por encima del querer tener la razón o de señalar las diferencias.
En cuanto al estilo de comunicación durante esos tiempos en los que no nos vemos, seguramente tengamos algunas cosas que optimizar.
Pero a la pregunta de “¿Creéis que una amistad se puede mantener así en la distancia a lo largo de los años?”: la respuesta es clara y es sí.
Ellas son esa casa a la que siempre puedes volver, ese lugar en el que estar tranquila. Ese rayito de sol que toca tu piel en un día frío de invierno.
Dicen que una amistad que sobrevive más de siete años tiene altas probabilidades de resistir para siempre. 🩷
qué bonito :’) gracias por compartir!